Con la llegada del buen tiempo, el calor y los días más largos que nos ofrece el verano, todos nos sentimos animados a rescatar nuestras prendas de verano y a vestirnos con tejidos más ligeros y coloridos, que se ajustan a nuestro contorno y suelen favorecernos.
Sin embargo, es el momento en el que reparamos en el resultado de algunos excesos en los que hemos incurrido durante el largo y tedioso invierno: comidas copiosas, sedentarismo, fiestas y “saraos” en los que la buena mesa y la bebida son parte importante del hecho de estar juntos y compartir. Enfrentarse a las prendas de verano con un cierto sobrepeso y los tan temidos “michelines” instalados en los lugares menos discretos de nuestra anatomía nos van a hacer sentir inseguros y, a veces, algo culpables por no haber mantenido a raya esa tendencia a subir de talla.
En otras ocasiones, algo más preocupantes, lo que sucede es que no paramos de ganar peso y en pocos años parece que no nos reconocemos ante el espejo; la imagen que se refleja en él es la de una persona mucho más voluminosa e incapaz de mantener a raya la tendencia a subir de peso, y las prendas del año anterior ya no nos favorecen, y empezamos a sentir ansiedad.
Si estás en cualquiera de estas situaciones, ahora es el momento de proponerte hacer una dieta para normalizar el peso y reducir grasa corporal.
¿Cuál es la mejor dieta para mi? Nos preguntamos a menudo. Sin ninguna duda, la mejor y más segura es aquella en la que la ingesta de nutrientes es equilibrada y variada, con las raciones adecuadas a las características individuales (sexo, edad, tipo de actividad profesional, etc.) y que consiga a medio y largo plazo acostumbrar a nuestro cerebro a demandar lo que nuestro organismo necesita y en las cantidades que necesita, ni de más ni de menos. La mejor dieta para ti es la que está diseñada en exclusiva para ti por un especialista.
Pero claro, dicho así, parece algo muy difícil, aburrido y monótono, parece que sólo vamos a poder alimentarnos de “alfalfa” ¿verdad? Nada más lejos de la realidad.
El doctor Suárez, único médico estético en Galicia que cuenta con la especialidad de Endocrinología y nutrición por oposición MIR, tiene una experiencia en este campo de más de treinta años; también cuenta con más de dos décadas de experiencia como profesor de ciclo formativo superior en dietética (por sus aulas han pasado la gran mayoría de los dietistas profesionales de Ourense); todo lo cual le convierte en un experto referente en la materia y le ha permitido desarrollar estrategias personalizadas que permiten a sus pacientes reducir su sobrepeso comiendo aquello que les gusta, disfrutando de las recetas de siempre, sin renunciar a sus sabores queridos y familiares. Y todo de manera saludable sin riesgos para la salud.
Se trata de ir enseñando al cerebro a comer mejor, más saludable, más equilibrado y más variado; adiestrarlo para saborear en vez de “engullir”, a valorar más la calidad del plato que tenemos delante que la cantidad que contiene, a descubrir los productos de temporada e integrarlos en la dieta aprendiendo a valorar sus propiedades… por eso, la primavera y el verano son las estaciones perfectas para proponerse un verdadero cambio de hábitos alimentarios que nos permitan adelgazar de manera saludable y sin efecto yo-yo.
10 consejos para adelgazar
Conviene ponerse a dieta con el acompañamiento de un profesional que acompañe al paciente durante todo el proceso, para animarle, estimularle a lograrlo y apoyarle cuando la meta parezca estar muy lejana.
A continuación os proponemos algunos consejos para empezar a motivarse en la aventura de adelgazar de manera saludable (no sustituyen la visita al especialista):
1. ¡Ten siempre a mano una báscula de cocina! No te fíes de tu capacidad de cálculo “ a ojo”; suele fallar y mucho. Pesa siempre los alimentos en crudo y sé muy honesto/a con la cantidad de carne, pescado, verdura, legumbres, féculas, etc. que vas a cocinar
2. Cocina a fuego lento. Los alimentos cocinados a fuego lento se cocinan en su jugo y así son más sabrosos. Es ideal tener utensilios que permitan cocinar con poca grasa: las sartenes antiadherentes por ejemplo son ideales para poder cocinar con muy escaso aceite y que el resultado esté muy rico. También es excelente si se cuenta con un robot de cocina que permita elaborar la receta toda en el mismo recipiente; de esta manera se mantienen los sabores de cada ingrediente utilizado y se evita que se pierdan propiedades de los mismos.
3. Sé muy honesto con la famosa “cucharada de aceite” mide bien el aceite que vas a consumir durante un día, una cucharada es una cucharada, no una y media o dos. La mejor manera de que esa medida de aceite se aproveche totalmente es utilizar spray de aceite para engrasar mínimamente la sartén antiadherente; con lo poquito que sale del spray es suficiente para asar la pieza de carne o pescado que vas a cocinar. Así, también te queda de tu ración diaria de aceite para aliñar la ensalada o las verduritas al vapor que te cenarás
4. No tengas miedo de comer patatas. Al contrario de lo que se cree, la patata no es el producto que más engorda en una dieta y hay formas muy ricas de prepararlas que no sea frita; ¿has probado a asar tus patatas en el horno microondas? ¡pruébalo! Te vas a sorprender de lo ricas y gustosas que salen.
5. Descubre las hiervas aromáticas y todo lo que pueden hacer para enriquecer un plato. El perejil, el cilantro, la albahaca, el romero, el orégano, el tomillo, la menta…. Un enorme abanico de posibilidades de sabor y de olor que incorporar a tus platos. También puedes añadir con discreción, pimienta, pimentón o cayena a tus guisos.
6. La naturaleza es muy sabia, y nos proporciona productos con contenido de los nutrientes que más necesitamos según la temporada; aprovecha el color intenso de los productos del verano para alegrar tus ensaladas, y la variedad en la ración de frutas de tu dieta aportará un extra de vitaminas a tu piel; le viene ideal para evitar el estrés oxidativo y la deshidratación de la piel.
7. Aprovecha los productos de proximidad de tu zona. Si te habitúas a consumir productos de proximidad, no solamente lo verás reflejado en el precio de la cesta de la compra, sino que también estarás aportando a tu organismo productos más completos, porque se suelen madurar mejor y recolectar a su tiempo, evitando que maduren de manera artificial en cámaras frigoríficas a cientos de kilómetros de distancia. Además, por lo ya mencionado, son mucho más sabrosos, jugosos y se mantienen más tiempo frescos.
8. ¡No te saltes comidas!. Curiosamente, para adelgazar es mejor comer 5 veces al día en raciones más pequeñas, que no desayunar, comer regulín y darse un atracón por la noche. Te aseguro que la sensación de hambre y la ansiedad desaparece después de los primeros días de acostumbrar al cerebro a que cada cierto tiempo va a recibir un nuevo aporte de alimento.
9. Saca partido al verano comiendo mucha ensalada y sopas frías. Por muchas razones este es un buen consejo: comer ciertos alimentos en crudo asegura que los nutrientes no se pierden con la temperatura; además las verduras de hojas verdes actúan como saciantes y estimulan el tránsito intestinal.
10. ¡Disfruta preparando nuevas recetas o adaptando tus favoritas a las normas de tu dieta! Créeme, es posible comer prácticamente de todo siempre que se sigan los consejos precedentes. Puede que este último te cueste asumirlo o -si no eres muy “cocinillas” – no te imagines cómo puedes hacerlo. Si es así, síguenos en nuestra página web y en nuestras redes sociales; porque este verano te vamos a ofrecer ejemplos de recetas muy prácticas y económicas, con productos de proximidad y de mercado, estrictamente pesadas y realizadas según las normas de la dieta tipo (que diseña el doctor Suárez).